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Mostrando entradas de diciembre, 2017

Reencuentro

Ayer soñé que caminaba por un mercadillo navideño. A mi alrededor, el estruendo de los villancicos se mezclaba con las voces de los paseantes. Los niños hacían cola frente a la noria. Un gitano con largos bigotes alquilaba camellos para dar paseos. Sobre nuestras cabezas, entramados de luces brillaban bajo el cielo azul marino. Al fondo se divisaba el pórtico de la catedral, lóbrega y vacía. Caminaba y mis hombros chocaban con los de otros transeúntes que pasaban en dirección contraria. Veía caras aparecer y desaparecer. Sin conocer a nadie. Hasta que apareció él. En el sueño no tenía setenta y dos años -la edad con la que murió-. Rondaría los cincuenta. Vestía aquel chaquetón beis que llevó durante años. Ese con el cuello de pana marrón. Iba repeinado con raya a un lado. Olía a colonia Legrain. -¿Qué tal estás, Ricardo? -yo no sabía qué responder. La alegría de verle de nuevo me había dejado sin palabras, y permanecí callado-. ¿Te ocurre algo, tienes algún problema...?

Una vaca en la ciudad

La vaca estaba triste. Sus amigas las moscas revolotearan a su alrededor y ella las espantara con el rabo, como había hecho siempre. Pero el campo ya no era el de antes. Todavía recordaba cuando, de ternera, todo alrededor era verde y la pradera era silenciosa. Solo se oía la brisa, el ladrido lejano de un perro o los balidos de las ovejas. Un buen día llegaron todos esos monstruos de hierro que el pastor llamaba "palas excavadoras", "hormigoneras", "grúas". Por culpa de esos colosos de metal, alrededor hacían crecido gigantes a los que el pastor denominaba "edificios", y caminos demasiado duros para sus pezuñas que el pastor llamaba "carreteras". Pero lo peor eran esas criaturas brillantes corriendo a la velocidad del rayo. Uno de esos "coches" estuvo a punto de atropellarla en cierta ocasión. ¡Qué espanto! -pensó la vaca-. Cada vez que lo recordaba su inmenso corazón no dejaba de palpitar. Lo peor eran las mañanas, cu

Salomé: relato de un cuadro

El escritor Joris Karl Huysmans (1848-1907) Las líneas que siguen son un experimento literario. Partiendo de una pintura del siglo XIX, mi artificio consistirá en narrar el cuadro extractando los textos de otro escritor. ¿A qué pintura me refiero? ¿Quién es el escritor?  El cuadro, de estilo simbolista, lo pintó el francés Gustave Moreau (1826-1898). Se titula "Salomé bailando ante Herodes"(1876, óleo sobre lienzo, 144x103,5 cm, Armand Hammer Museum, Los Angeles, California, USA). El escritor es el franco suizo Joris-Karl Huysmans (1847-1907), autor de "A contracorriente" (1884), novela llamada por la crítica "la Biblia del decadentismo", estilo literario que surge en Francia a finales del siglo XIX y cuya característica primordial es el rechazo de la sociedad burguesa. No deja de resultar paradójico que todos los miembros de esta escuela fueran consumados burgueses hastiados de serlo. Deseosos de escapar de la realidad, huían con la imaginación a