"El ojo, como un globo grotesco, se dirige hacia el INFINITO", litografía de la serie "A Edgar Poe", Odilon Redon, 1882. Siempre me han fascinado los globos aerostáticos: su fragilidad unida, sin embargo, a su capacidad de elevarse hasta el cielo y viajar largas distancias utilizando simplemente una cesta, unas cuerdas y una gigantesca tela. En 1898, el pintor simbolista francés Odilon Redon (1840-1916) escribió una carta a su amigo y primer biógrafo, el crítico de arte André Mellerio en la cual, a propósito de Edgar Allan Poe, aseguraba: “Me habían dicho muchas veces que la lectura del poeta norteamericano daría un impulso a mi arte. Yo creo que se equivocaban, sus cuentos no son mi lectura de cabecera”. Esta afirmación parece contradecir la importancia que Redon había dado a Poe en su obra; en particular en sus grabados. Dedicó al autor de Boston una serie de seis litografías titulada: “A Edgar Poe” (1882), además de otros muchos dibujos y grabados a l